Chicos. Un mensaje sin respuesta. Un tema de vital importancia un domingo. Ahí es cuando te das cuenta que las candidatas a Miss América mienten como bellacas. ¿¿Qué Paz Mundial?? Aquí no hay vacuna contra el SIDA que valga. Si dijeran lo que de verdad quieren se oirían cosas como "Que encuentre un marido millonario, cuanto más viejo mejor y hacer obras de caridad con su dinero". Las imagino esperando su turno pensando: "¿Los mensajes en el buzón de voz...llegan?....¿ Habrá visto Kevin los tres que le he dejado? ¿¿Le llamo otra vez?? ". Porque las Misses también deberían salir sin teléfono los sábados. Mucha rubia natural y mucho 90-60-90, pero ninguna mujer se salva del mensaje maldito.
Los "Bah, no te preocupes"; "No le des importancia"; "¿Cómo no te va a contestar?" iban y venían hasta que se oyó: " Ese no es un mensaje de agobiarse. Ni que le hubieras dicho que estabas embarazada."
"Yo lo he hecho".
Sí, es cierto, lo he hecho. Y además dije que eran trillizos. Una no sabe ya qué hacer para llamar la atención.
Le envié un mensaje a Alejandro que tenía la fea costumbre de no contestarme las llamadas.
" Por cierto, creo que vamos a ser padres de trillizos. Milagro. Así que podrías ir llamando."
Funcionó. Llamó. Más por su sentido del humor que por la duda de su paternidad postiza.
Alejandro dejó de estar en el mapa, pero la historia de los trillizos siguió ahí. Latente.
Era un sábado aburrido. Diciembre. Estaba en casa tirada en el sofá cuando Marta llegó con sus dos sobrinos. Uno de ellos no tenía ni un año. Cambió mi sábado. Era un bebé gordo, rubiales, rollizo, blanquito. Parecía mío. Me reí tanto con la ocurrencia, que no lo pude evitar. Le pedí a Marta que me prestara a su sobrino. Viki me hizo una foto y se la mandé con el título "1 de 3" y el texto:
"Este es Uno de los trillizos. Los otros dos son iguales. ¿Te puedes quedar con ellos esta noche? Voy al Karaoke."
Había dejado crecer a los trillizos. Me auto convertí en madre y él asumió el papel de padre ausente.
"¡Qué lindos nos han salido los niños!! y que rápido crecen, ...aunque sean iguales me gustaría ver a los otros, al fin y al cabo son nuestros hijos... Te aviso que he cambiado de look, adjunto foto."
"Sí, es cierto, ¡qué rápido pasa el tiempo! Los niños están preciosos. Aunque como desde que nacieron no nos hemos puesto de acuerdo, todavía no tienen nombre. Los llamo 1, 2 y 3. El de la foto es 1. Alejandro tenemos un problema con tu cambio de imagen: los niños no te reconocen."
A partir de aquí los trillizos quedaron abandonados a su suerte. ¿Qué tipo de padres somos Alejandro?
El día de Fin de Año el padre de las criaturas me envió un mensaje: " Qué Dios te conserve el sentido del humor, Carolita."
Es el mensaje más personalizado que he recibido en esa fecha.
NOTA: Cualquier parecido de Alejandro con la imagen adjunta es mera coincidencia.